amigos
friki
Hoy las palabras se me escapan, como si el alma se negara a aceptar que ya no estás entre nosotros. Se que han pasado muchos años desde que compartimos campo, partidos, risas, viajes... pero los amigos son como las estrellas, aunque no las veas, siempre están ahí.
DEP querido amigo Cochero
Hoy las palabras se me escapan, como si el alma se negara a aceptar que ya no estás entre nosotros. Se que han pasado muchos años desde que compartimos campo, partidos, risas, viajes... pero los amigos son como las estrellas, aunque no las veas, siempre están ahí.
El corazón me pesa, y el silencio que has dejado retumba con fuerza en cada rincón de nuestras vidas, en todos y cada uno de los que formamos parte de esta familia rosa.
Fuiste mucho más que un compañero de equipo. Fuiste hermano, confidente, inspiración. En cada partido, en cada entrenamiento, en cada charla después del tercer tiempo, dejaste huella. Tu entrega en el campo era solo una extensión de tu generosidad fuera de él. Rugías con fuerza, pero abrazabas con ternura. Tenías ese don de hacer sentir a todos parte de algo más grande.
Hoy el rugby llora tu ausencia, pero quienes tuvimos el privilegio de conocerte lloramos por el amigo, por el ser humano inmenso que fuiste. Nos queda el consuelo de los recuerdos: tus risas, tus consejos, tus gestos nobles. Nos queda el legado que sembraste en cada uno de nosotros.
No sé si algún día dejaremos de extrañarte, pero sí sé que nunca dejaremos de honrarte. En cada mirada cómplice entre compañeros, estarás presente. Porque los grandes nunca se van del todo. Se quedan en la memoria, en el alma, en el juego.
Gracias por tanto. Por tu amistad, por tu ejemplo, por tu amor al rugby y a la vida. Hasta siempre, querido amigo. Que allá donde estés, el campo sea amplio, el balón ovalado y el espíritu libre.
Con todo el cariño, la nostalgia y la pena que deja tu partida.
Javier Montes
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